El tradicional Museo Fonck de Viña del Mar vive una de las crisis económicas más importantes que ha registrado en su historia y podría cerrar sus puertas a mediados del próximo año.

Esa sería una de las razones por las que se les hace muy díficil devolver el moái que se encuentra en su frontis al pueblo Rapa Nui, pues este hito es uno de sus principales sustentos económicos.

El pasado 25 de noviembre, este museo cumplió 81 años de vida, ocho décadas donde reconocen que en más de alguna ocasión han pasado por crisis económicas, pero quizás ninguna tan profunda como esta, que incluso amenazan con obligar a la corporación que lo administra a cerrar sus puertas en junio próximo, porque simplemente se quedarían sin dinero para seguir funcionando.

Radio Bío Bío se contactó con Claudio Etcheverry, presidente del Directorio de la Corporación de este museo, quien señaló que uno de los mayores golpes que recibió el recinto fue que este año el municipio de Viña del Mar no pudo seguirle entregando una subvención voluntaria cercana a los 10 millones de pesos que venían realizando hace largo tiempo, y, que en la práctica, cubre los gastos operativos de al menos tres meses en este lugar.

Según Etcheverry, la razón sería el conocido déficit económico de la administración comunal. “La Municipalidad no nos entregó la subvención este año sencillamente, ellos tendrán sus razones, supongo que es por su crisis financiera (…), este año no recibimos nada”, aseguró.

Sin embargo, el municipio no tiene la obligación legal de hacer esta donación. En efecto, el tradicional recinto se sustenta mediante subvenciones, donaciones, y como no, venta de entradas y de souvenirs.

Esto último pone nuevamente en la palestra la controversia por el moái en su frontis y cuya restitución al pueblo Rapa Nui fue solicitada por el alcalde de Isla de Pascua, Pedro Edmunds Paoa.

Etcheverry mencionó que más del 50% de las entradas y souvenirs que vende este lugar, se debe a su presencia. Los turistas internacionales que llegan en masa hasta la zona, traídos por operadoras del rubro, son uno de los grandes sustentos del museo.

Por eso, dicen, les resulta muy difícil poder devolver esta pieza a la isla, y además, insisten en su versión de que fue donada al recinto.

El municipio de Viña del Mar ya comprometió una respuesta para ver si se va a retomar en algún momento esta donación. Por otra parte, se está a la espera de la opinión del edil de la Isla de Pacua sobre estas puertas que al parecer, al menos para las intenciones del pueblo Rapa Nui, comienzan a cerrarse.