Este martes, se realizará en Valparaíso una nueva sesión de la Comisión de Cultura del Concejo Municipal.
En la instancia, se discutirá la polémica propuesta del Ministerio de las culturas para comprar al municipio el histórico Palacio Lyon, que actualmente alberga al Museo de Historia Natural, una cafetería y una galería de arte, y que en 1982 fue transferido a la casa consistorial de la ciudad puerto.
Dos mil millones de pesos es lo que ofrece dicho ministerio. Sin embargo, el monto ofrecido genera ruido, ya que el recinto fue construido en 1887 y vendido al fisco en 1910 por 425.000 pesos de la época, que equivalen a poco más de 2.000 millones actuales de la moneda nacional.
Es decir, prácticamente la misma suma de dinero que -más de 100 años después- ofrece el Gobierno por su compra.
Cifra que el reconocido historiador porteño, Archivaldo Peralta, cree que debería repensarse, argumentando que lo ofrecido está muy por debajo del mínimo, añadiendo que explicó aquello a un edil de la ciudad.
El historiador se refiere al concejal porteño Daniel Morales, arquitecto que ha sido defensor de la propuesta del Gobierno para comprar el Palacio Lyon.
Según Morales, habría existido un remanente en el presupuesto del Ministerio de las Culturas, lo que habría dado paso al ofrecimiento.
Han pasado los días desde la oferta, y ahora el concejal reconoce que el dinero ofrecido al municipio es bajo. Sin embargo, defiende que se compensa con las mejoras que actualmente tiene el edificio.
Eso sí, hay quienes insisten en que todo fue apresurado. El arquitecto y tasador, Atilio Caorsi, es enfático en señalar que falta realizar evaluaciones al edificio antes de dar un monto de compra, para evitar entregar valores de forma irresponsable.
En la comisión que se llevará a cabo esta jornada, se dará a conocer los detalles de la conversación que sostuvo el alcalde Jorge Sharp con la ministra de Cultura, Consuelo Valdés.
Desde la casa consistorial explican que buscarán explorar todas las alternativas posibles, idealmente, dicen, extender el comodato que rige desde 2014 y que libera al museo del pago de arriendo, para así no perder el histórico edificio, uno de los pocos que aún se mantiene en manos de la municipalidad.
