Sin muebles, con sus paredes rotas y manchadas, con los lavamanos quebrados en los baños y totalmente abandonada. Ese es el estado hoy de la Casa Italia de Viña del Mar, declarada Monumento Histórico Nacional en 2017. Pese a que se la salvó con ello de la demolición, no se han tomado las medidas para protegerla del deterioro, según denunció el diputado Rodrigo González.
La Casa Italia estuvo por casi dos años en una disputa legal entre la Inmobiliaria Casa Italia S.A. y el Comité Pro Defensa del Patrimonio Histórico y Cultural de Viña del Mar. Al conflicto se involucró el gobierno regional anterior e incluso distintos parlamentarios que plantearon la necesidad de su declaratoria como monumento.
Todo comenzó cuando la inmobiliaria solicitó una orden para demoler la estructura, barajando construir un edificio y una clínica dental en los terrenos.
Esto terminó en octubre del año pasado, cuando la Corte Suprema ratificó su condición de monumento, rechazando la solicitud de los privados que cuestionaban el proceso de declaratoria.
Sin embargo, a casi un año la casona sigue dejada a su suerte. El diputado Rodrigo González visitó la emblemática casona para confirmar su deterioro y anunció que oficiará a la Fiscalía de Viña del Mar, al municipio y a la Intendencia de Valparaíso.
González aseguró que el daño que tiene es totalmente intencional y recordó que sus dueños adelantaron que sería abandonada.
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El parlamentario solicitará que se investigue el ingreso y destrucción de la casa patrimonial y que se tomen medidas para revitalizar la estructura y darle algún uso.