Este jueves a las 9:45 horas en el Juzgado de Garantía de Limache se intentaría por tercera vez rematar un refugio del apocalipsis, construido por una ciudadana norteamericana. En esta ocasión, el valor de comienzo de las ofertas sería de 300 millones de pesos, sólo un cuarto de la tasación.

A inicios de 2012, una ciudadana norteamericana llegó hasta Olmué para construir la residencia, ante el inminente fin del mundo que supuestamente llegaría el 21 de diciembre de ese año, según el calendario maya.

Nancy Mae Page se tomó tan en serio esta creencia que pensó que la mejor alternativa para sobrevivir al fin del mundo era esperarlo en el sector Las Palmas de Olmué, donde fue parte de la agrupación Campo Divino.

En ese lugar, un grupo de 14 albañiles bajo su mandato construyeron una fortaleza de más de mil metros cuadrados de hormigón de alta resistencia, tres niveles, una mansarda y ventanas con gruesas cortinas metálicas blindadas.

Pero como el fin del mundo no se produjo la mujer simplemente dejó el lugar, sin pagarle un peso a los trabajadores. Incluso uno de ellos, Nicolás Silva, de 22 años, murió electrocutado.

En concreto, la propiedad está avaluada en poco más de 1.200 millones de pesos. Pese al millonario monto, el precio inicial de postura en la subasta es de sólo 300 millones, el 25% del cálculo inicial.

El abogado querellante de esta causa, Guillermo Kegevic, señaló que, debido a la publicidad que ha tenido este insólito remate en distintos medios de comunicación, esperaba que en este tercer intento la llamada Casa Búnker sea subastada al mejor postor.

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Kegevic también fue enfático al afirmar que el dinero recaudado en esta subasta servirá para indemnizar a los trabajadores afectados por los pagos que no realizó la ciudadana norteamericana.

El precio de remate ha ido bajando desde los 400 millones en julio pasado hasta los 300 de ahora.