Cuatro estudiantes de la Universidad de Playa Ancha (UPLA) anunciaron que comenzaron una huelga de hambre por la toma feminista en la casa de estudios, que lleva 105 días demandando un protocolo triestamental contra el acoso y abuso sexual.

Las demandas son el protocolo triestamental contra el acoso y el abuso sexual, un cambio curricular por una educación no sexista y que se tomen medidas para evitar el cierre de la jornada vespertina, que se viene acercando hace cinco años y que afectaría principalmente a las estudiantes que también son madres, de acuerdo a las alumnas movilizadas.

Alani Bugueño, estudiante parvularia que se encuentra en huelga de hambre desde ayer domingo, aclaró que su desesperación por mejorar las condiciones de las profesoras, funcionarias y estudiantes la llevó a comenzar la medida de presión.

Un punto de quiebre en las tratativas entre la mesa feminista y la Rectoría ocurrió cuando en una de las reuniones el rector de la universidad, Patricio Sanhueza, ingresó a conversar con las estudiantes, pero solo leyó un comunicado oficial y se retiró.

También, reclaman que desde la Rectoría solamente les están ofreciendo firmar un acta para finalizar la movilización. Sin embargo, este documento no contaría con las garantías mínimas que están exigiendo para volver a clases.

Para Bugueño, ellas han estado dispuestas a tranzar algunos de los puntos del petitorio, pero les parece indispensable hacer algo sobre la situación de distintos docentes acusados de comportamientos violentos y situaciones de acoso.

Desde la Federación de Estudiantes Vespertinos de la UPLA, explicaron que uno de los puntos que están exigiendo es que se instale una Comisión de Emergencias al interior de la casa de estudios, en donde las estudiantes puedan denunciar los casos de acoso y abuso sexual.

Esta es una condicionante principal para deponer la movilización, pues acusan que de no implementar esta comisión las estudiantes volverían a clases con los mismos profesores y compañeros acusados por estos hechos.