La esperada reunión de este lunes entre el representante del papa Francisco, Charles Scicluna, y los exseminaristas que denuncian abusos al interior de la Diócesis de Valparaíso, dejó sentimientos encontrados entre los asistentes. Los antecedentes recopilados en la cita serán enviados al Vaticano.

Antonio Galdames, vocero de la organización Iglesia Contra el Abuso, estuvo presente en la cita y destacó la disposición a escuchar por parte del enviado del Papa.

Cita que marcaría un antes y un después en el camino que han emprendido exseminaristas, sacerdotes y laicos, pero que a pesar de decir que fueron bien recibidos y escuchados, muestran su preocupación por lo que vendrá después.

Mauricio Pulgar, exseminarista y denunciante, explicó que la reunión no cumplió con las expectativas de todos, pues si bien para algunos que por primera vez contaban su experiencia fue liberador, para otros, el encuentro abrió paso a una nueva incertidumbre, sobre qué ocurrirá después que se vayan los enviados de la Santa Sede, específicamente dónde acudir.

La molestia de Pulgar continúa, ya que para él el panorama es complejo, pues la decisión de castigo por los delitos de abusos recae en el Vaticano. Mientras tanto, dice, continuarán los mismos en la Iglesia.

El exseminarista cree que los abusadores deben recibir tratamiento médico, pues no reconocen los delitos.

Hasta ahora, serían 18 las personas que denuncian abusos por parte de la Diócesis de Valparaíso, entre exseminaristas, sacerdotes y laicos.