En internación provisoria, en un centro cerrado del Servicio Nacional de Menores (Sename), quedaron dos adolescentes por un caso de homicidio en El Quisco. Los acusados habían llegado el pasado 25 de mayo hasta el Juzgado de Garantía de San Antonio de forma voluntaria, pero no fueron detenidos porque no existía una orden por lo que se les pidió que volvieran el lunes 28.

La situación generó críticas al actuar del tribunal y del Ministerio Público, ya fustigados por la declaración de ilegalidad de una detención en El Tabo de hombres que portaban un alto poder de fuego.

En el caso de los jóvenes ahora detenidos, estos volvieron al mismo tribunal y fueron formalizados por su presunta autoría en el asesinato de Bastián Morales Balboa, baleado el 20 de mayo en El Quisco, y por el homicidio frustrado de un joven de 16 años que recibió un balazo en la cabeza durante el tiroteo.

El fiscal Álvaro Mansilla pidió que quedaran en internación provisaria al considerar que su libertad representaba un peligro para la sociedad, algo que fue acogido por el juez Miguel Sáez.

Tras ser formalizados por los delitos de homicidio consumado y homicidio frustrado, ambos adolescentes de 16 y 17 años quedaron privados de libertad mientras dure la investigación, cuyo plazo se fijó en 90 días.