Los ocupantes de un automóvil que fue aplastado por un bus de la empresa Pullman Lago Peñuelas el 1 de marzo pasado en Valparaíso presentaron una demanda en contra del conductor de la máquina mayor. Por el accidente hubo 45 personas lesionadas y aparte del vehículo particular una camioneta de Carabineros volcó.
La hipótesis que manejaba en un principio la Oficina Comunal de Emergencias, era que la máquina que provenía de San Antonio habría ido a exceso de velocidad cuando bajaba por Santos Ossa, por lo que habría pasado a llevar a una camioneta Toyota New Hilux de la Sección de Investigaciones Policiales (SIP) de Carabineros, que también se volcó. Por el contacto el vehículo de transporte de pasajeros perdió el control y cayó sobre un automóvil particular que transitaba por otra pista.
Ese día una de las ocupantes del vehículo quedó atrapada al interior de éste, a centímetros de ser aplastada. Ante la escena, su marido, quien se encontraba desconsolado observando cómo los equipos de emergencia intentaban sacarla, recibió un abrazo de parte de un carabinero. Una foto que se viralizó a través de redes sociales hizo conocido el episodio.
Hoy viernes, Manuel Gómez, conductor del vehículo, llegó hasta el Juzgado de Garantía de Valparaíso acompañado de su esposa, su nuera y su nieta, quienes estaban usando cuellos ortopédicos y yesos.
Al conductor lo acusan en la querella del cuasidelito de lesiones graves y gravísimas y también por daños.
Andrés Roldán, representante de los demandantes, expresó que van a pedir por cada uno de los ocupantes del vehículo que sufrió lesiones graves a gravísimas entre tres a cinco años de presidio efectivo al Ministerio Público.
Además de perder su vehículo y de tener por delante ocho meses de tratamiento, la familia está con atención psicológica. Gómez expresó lo difícil que ha sido para su familia recuperarse, a casi dos meses de lo ocurrido.
En los últimos peritajes realizados se estableció que los frenos de la máquina se cristalizaron, lo cual concuerda con el relato de un pasajero que contó que el auxiliar les avisó segundos antes del accidente que al chofer se le habían “cortado los frenos”.
No obstante, ello no exculpa al conductor pues aún queda por determinar si la cristalización se debió a la nula mantención o al mal uso del chofer.
Actualmente, se encuentra vigente un decreto del Juzgado de Garantía de Valparaíso de reclusión nocturna, arraigo nacional y firma mensual para el conductor del bus formalizado, con una investigación en curso de 120 días.
