El expresidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad del Mar, Raúl Soto, aseguró que la prórroga de cierre de la extinta casa de estudios -establecida por el Ministerio de Educación- responde sólo a fines económicos.

A raíz de la publicación realizada en el Diario Oficial, el exdirigente centró su llamado a no pagar las deudas que los estudiantes mantengan con la casa de estudios a la vez de instar a sus pares a averiguar la condición de morosidad al considerar que en 2014, varias de estas letras fueron quemadas por el artista “Papas Fritas” y los propios estudiantes.

Soto señaló además que, en vista de lo ocurrido en los últimos años, es posible evidenciar el interés de la universidad en perseguir las supuestas deudas.

Según la solicitud de la jefa de la División de Educación Superior del Ministerio de Educación, se estableció prorrogar el plazo de revocación del reconocimiento oficial de la universidad y cancelación de personalidad jurídica por un plazo de 12 meses.

En la instancia, el síndico de quiebras de la casa de estudios dio cuenta de 258 estudiantes matriculados, de los cuales 142 no han terminado sus procesos académicos, y el resto de ellos se encontraría titulado o en estado de abandono.

Por otra parte, en el proceso de reubicación de estudiantes de la Universidad del Mar se suscribieron convenios de colaboración Académica y Movilidad Estudiantil con 5 instituciones, en los que se estableció que la obligación de titular a los alumnos sujetos a dichos convenios recae en la Universidad del Mar.