Tras un receso por vacaciones, este miércoles se retomará una de las discusiones más intensas del último tiempo al interior del Municipio de Valparaíso, consistente en la implementación del nuevo Plan Regulador de la comuna.

La propuesta, que busca fijar una altura máxima de edificación en 9 metros, ya había sido rechazada por el Concejo de esta comuna.

Con la llegada del alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, después de sus vacaciones se volverá a tratar el tema por lo que llegará directamente a encabezar una jornada que se espera álgida, con el reinicio de la discusión.

El último capítulo de este enfrentamiento se vivió el 2 de febrero, cuando de manera practicamente unánime, el Concejo Municipal rechazó la postura de la alcaldía de establecer el máximo de altura de edificación en 9 metros.

El único voto a favor de la posición de la alcaldía frente amplista paradójicamente provino de la concejala RN Ruth Cáceres, quien señaló que pese a que está consciente de que uno de los de los argumentos esgrimidos por sus colegas del Concejo era que aprobar una altura máxima por bajo los 12 metros pondría en jaque el desarrollo de proyectos de viviendas sociales en Valparaíso, a su juicio hay que velar por toda la comuna.

En tanto, los otros 9 ediles porteños votaron en contra de la propuesta de Sharp. Uno de ellos es Carlos Bannen (UDI), quien señaló que la clave para entender la posición mayoritaria por los 12 metros se acordó de manera tácita cuando la propia alcaldía congeló los permisos de construcción sobre esa altura en la comuna, en abril del año pasado.

Bannen agrega que la alcaldía decidió en reuniones con distintos dirigentes y agrupaciones fijar la altura en 9 metros, pese al acuerdo implícito que se había suscrito.

Lo anterior explicaría, por ejemplo, el cambio de posición de los dos concejales frenteamplistas y también arquitectos Daniel Morales y Claudio Reyes, quienes tambien rechazaron la propuesta de Sharp.

La discusión tiene que como límite el 26 de junio, fecha en la que vence el congelamiento de los permisos de edificación, y cuyo destino quedaría en un limbo de no ser aprobado una nueva legislación para la comuna.