El Movimiento Infancia Ahora y la Coordinadora Regional por la Defensa de los Derechos de la Infancia entregaron una carta en la Contraloría Regional de Valparaíso para pedir su intervención en el cierre del Cread Playa Ancha y así garantizar la protección de los derechos de niños, niñas y adolescentes cuando deban ser trasladados desde ese recinto.
Los miembros de ambas agrupaciones llegaron hasta la sede del ente contralor en la zona -ubicado precisamente al frente de la Dirección Regional de Sename- para entregar la misiva donde solicitan que existan garantías concretas de derechos en el cierre del centro y posterior traslado de los cerca de 70 niños, niñas y adolescentes que permanecen actualmente al interior de ese lugar.
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Desde la Coordinadora Regional por la Defensa de la Infancia, su vocero, Moisés Garay, afirmó que debe existir un plan concreto y progresivo para el cierre y traslado de quienes permanecen, y destacó que este debe ser de conocimiento público para que la propia ciudadanía pueda fiscalizar si la institución lleva adelante dicho proceso, garantizando los derechos de los niños y niñas del lugar.
La misma agrupación ha denunciado más de una vez que los traslados que se realizan a centros Cread u otros recintos de la red Sename en la región y el país, además de efectuarse en reiteradas ocasiones se han realizado sin justificación técnica o psicosocial algunas por presión de los propios trabajadores de ese lugar -e incluso- avaladas por la Direccion Regional del Servicio Nacional de Menores (Sename).
Daniel Bruna es un psicólogo perteneciente a una de las tantas organizaciones que trabajan con el Sename, con frecuencia atiende a niños, niñas y adolescentes del Cread de Playa Ancha y avala lo afirmado por la Coordinadora.
Pero el profesional asegura que la incertidumbre del cierre de este recinto se ha transformado además en una herramienta de maltrato, porque los propios educadores amenazarían a los usuarios del centro con enviarlos a uno u otro lado, dependiendo de su comportamiento.
El centro de Playa Ancha actualmente atiende a poco más de 70 niños, niñas y adolescentes que permanecen al interior de ese lugar, el mismo que fue definido por el último informe del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) como un recinto donde la violencia y el maltrato son una práctica natural e institucionalizada.
