Luego de 40 años, el conocido tomate limachino volverá a la región Metropolitana, producto que para muchos es sinónimo de sabor a campo y que solía estar presente en las mesas chilenas hace más de tres décadas debido a su sabor considerado incomparable con el tomate corriente que hoy lidera el mercado.

Con el paso del tiempo esta variedad de la fruta fue desapareciendo por su corta duración tras la cosecha, pero su recuerdo siempre perduró en los consumidores por lo cual productores de esa localidad llegaron a un acuerdo piloto con la cadena Cencosud con el objetivo de instalar este apetecido producto en algunos supermercados Jumbo de la capital.

Dicha llegada a la cadena de supermercados se da gracias a un articulación realizada en conjunto por Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) y la Universidad Federico Santa María (UTFSM) con el objetivo de abrir un canal de comercialización para que el producto tenga acceso a nuevos mercados.

Por lo anterior, productores llegaron, en compañía de autoridades, al local de Jumbo en La Reina a presentar los tomates, los que también estarán disponibles en las sucursales Kennedy, Costanera, La Dehesa y Los Dominicos.

Denominación de origen

El producto llegó a las góndolas en diciembre y a la fecha los resultados han sido más que satisfactorios, alcanzando un 90% de venta total respecto al stock disponible.

Juan Pablo Martínez, investigador del Centro Regional de Investigación INIA La Cruz, indicó que están trabajando en una marca y un proyecto de denominación de origen para el fruto.

“Hay dos hitos que cumplir: el sello territorial, ya sea con indicación geográfica o denominación de origen, y resolver cómo hacer durar un poco más el tomate limachino porque respira mucho, produce mucho etileno y madura rápidamente. De lo contrario, volverá a desaparecer”, explicó el investigador.

Por su parte, Carolina Contardo, Product Manager del Área Comercial Frutas y Verduras de Cencosud, asegura que para la empresa es muy satisfactorio reposicionar el lugar que el tomate limachino perdió por años.

“Pasar por esta cabecera y sentir este verdadero olor a tomate llama a la gente a comprar”, afirma Contardo.

Asimismo, Enrique Jorquera, agricultor limachino de una familia dedicada desde siempre al campo, agradece la posibilidad de comercializar este tradicional tomate que se cosecha “a la antigua”, pero también por rescatar parte de sus tradiciones y cultura.

“Siento que estar aquí es representar a nuestros antepasados que mantuvieron esta semilla y gracias a eso la seguimos disfrutando nosotros”, aseveró el agricultor.

Hace algunos años, el INIA se encargó de rescatar el tomate limachino y hoy trabaja con productores de la cuenca definiendo parámetros de calidad y mejorando las condiciones de manipulación y transporte para llegar en buenas condiciones a su destino.

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