Un niño de 14 años encontró restos humanos en el Fundo Llolleo en San Antonio, cuando paseaba junto a su familia.

Tras las investigaciones por parte de la Brigada de Homicidios y los arqueólogos del Museo de la comuna, se determinó que correspondían a un indígena de hace más de 600 años.

Según información entregada a Radio Bío Bío, el descubrimiento fue alrededor de las 8 de la noche cuando, tras jugar en la arena, pateó lo que creía que era una rama, pero que realmente se trataba de huesos humanos, para luego encontrar junto a su padre un cráneo perfectamente formado.

Llamaron a carabineros, quienes dieron aviso al fiscal y éste, subsecuentemente, a la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones.

En el lugar encontraron piezas de fémur, costillas y otros huesos humanos.

Desde la PDI informaron que se trataba de restos de antigua data, por lo que fueron derivados al Museo Arqueológico de San Antonio, donde se continúa con la investigación.

El administrador del museo, Juan Carlos Escalante, confirmó que se trataba de un cuerpo indígena.

José Castillo, licenciado de la Universidad de Chile que actualmente trabaja en el Museo de San Antonio, contó los indicadores que confirman que se trata de un hombre indígena.

“La forma de los dientes, la forma de la sutura entre los huesos en lo que nosotros llamamos pómulo, que es el hueso cigomático, la sutura del paladar en los huesos son indicadores clásicos para diferenciar una población mestiza de una puramente indígena”, detalló.

Además, dijo que se podría tratar, incluso, de 1.100 años de antigüedad.

Desde el Museo indicaron también que se trataría de un hallazgo arqueológico que correspondería a la cultura Aconcagua.