Finalmente después de varios traspies, en una votación álgida y no exenta de criticas y cuestionamientos, el pleno del Consejo Regional de Valparaíso aprobó dentro de la glosa denominada Circular 33 los cerca de $1.200 millones para el municipio porteño, los cuales serán destinados al llamado Plan de Aseo.

La critica se generó en el mismo seno del CORE, luego que varios consejeros hicieran notar sus aprehensiones respecto a que se destine un procentaje importante del presupuesto sólo a un municipio.

El propio presidente del Consejo Regional, Rolando Stevenson, indicó que la decisión afecta a los municipios más pequeños.

Por su parte, el intendente Gabriel Aldoney dijo que en este caso se priorizó a Valparaíso porque se trata de una capital cultural y una ciudad patrimonial.

Además, argumentó que es de público conocimiento que el principal problema de la ciudad puerto junto con la gestión patrimonial tiene que ver con las condiciones sanitarias.

Para poder conseguir los votos necesarios, el municipio debió realizar diversas gestiones desde la transversalidad política, e incluso se cuestionó un polémico desayuno al que asistieron algunos consejeros regionales donde la municipalidad expuso los detalles del proyecto.

La explicación a esa invitación la dio el jefe de Inversiones del Secplac del municipio, Fernando Grey, quien afirmó que la instancia era necesaria porque no hay una bancada política al interior del Consejo.

El apoyo a los proyectos fue valorado por el propio alcalde Jorge Sharp, quien agradeció la aprobación de todos los que -a su juicio- entendieron que era necesario mejorar la cara de la urbe.

En concreto, la cifra será destinada a la adquisición de implementación que contempla siete camiones recolectores de basura nuevos, camionetas que permitirán transportar y mover las maquinas hidrolavadoras -donadas por la Logia Masonica- y cuatro camiones para el movimiento de bateas contenedoras de basura.