Cerca de 30 personas se mantuvieron -prácticamente- “acampando” a las afueras del colegio Carlos Cousiño de Valparaiso, en la búsqueda de optar a uno de los 18 cupos para primero medio que el establecimiento entrega para el año 2018.

Los apoderados dieron sus argumentos para realizar un sacrificio que mantuvo -incluso- a varias personas haciendo una fila desde la tarde del miércoles.

El primero, es una mejor calidad de educación, mientras que la segunda es que en otros colegios existe violencia entre los mismos estudiantes.

Por su parte, el seremi de Educación de la región, Alejandro Tapia, se manifestó sorprendido por este tipo de prácticas -que hasta el momento no se habían presentado en la zona-, indicando que se espera que para el año 2019 se implemente un nuevo mecanismo para la admisión de los alumnos.

La autoridad de educación en Valparaíso manifestó que espera que esto no se transforme en algo habitual de los establecimientos, como una forma de respetar a los apoderados, por lo que hizo un llamado a los colegios a dar un mejor trato a los postulantes.