Las fuertes precipitaciones que se han registrado en los últimos meses en la zona central del país han generado un importante aporte a la pluviometría regional para enfrentar los graves problemas que ha dejado la persistente sequía de algunos sectores, lo que sin duda es un aporte a la agricultura.

Sin embargo, como efecto colateral, las lluvias también han generado un aumento en el crecimiento de la vegetación, puntualmente pastizales que en la época de verano, se podrían transformar en un complejo factor de riesgo para la ocurrencia de incendios forestales.

Así lo explicó el director regional de la Onemi de Valparaíso, Guillermo de la Maza, quien realizó un llamado a la población a comenzar desde ya a tomar los resguardos para el verano y considerar la limpieza del entorno de las viviendas

Lo mismo ocurre por la acumulación de nieve y hielo en la alta cordillera, donde, según De La Maza, hay que ser precavidos con las salidas a la naturaleza, mantener resguardo en las cuencas y riberas de rio y esteros, para evitar lo que ocurrió en Calle Larga en los deshielos de febrero donde una persona perdió la vida producto de una crecida del Estero Pocuro.

Según el reporte del Servicio Meteorológico de la Armada, la región de Valparaíso ya tiene, en algunas comunas, un superávit promedio de agua caída en esta temporada y se esperan nuevas precipitaciones en lo que resta del invierno además de nevazones en la alta cordillera.