El presidente de la Empresa Portuaria Valparaíso (EPV), Raúl Urzúa, rompió el hermetismo, luego de que su compañía informara -a través de un comunicado- que revisaría el contrato de concesión del operador Terminal Pacífico Sur (TPS), tras los constantes conflictos por las denominadas cargas limpias.

En esa línea, el ejecutivo indicó que la constante incertidumbre es daniña, no sólo para Valparaíso, sino que para el país.

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La decisión de EPV se dio a conocer tras varios intentos de negociación, luego de que el crucero Norwegian Sun no recibiera prioridad de sitio por parte de TPS, el pasado 9 de marzo.

“El que se haya tenido que llegar a eso es por la intransigencia de trabajadores y el poco empeño que le pone el concesionario de buscar salidas alternativas”, indicó Urzúa.

El conflicto portuario provocó que el último crucero de la temporada terminara atracando en San Antonio, situación que fue abordada también por el intendente, Gabriel Aldoney.

Para la autoridad, hay situaciones que resolver y para que eso pase “cada uno tiene que cumplir sus roles”.

Además, Aldoney aseguró que se está trabajando para lograr un desarrollo armonioso en el rubro para que Valparaíso y san Antonio se complementen como oferta portuaria.

La estatal aseguró que revisará en forma y fondo el contrato de Terminal Pacífico Sur, que inició su concesión en el año 2000.