A pesar de que en el propio municipio fue catalogado irregular, este martes el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, firmó un decreto de insistencia, que permitirá traspasar fondos desde el municipio a la Corporación Municipal (Cormuval).

Esto, con la finalidad de pagar los sueldos y las cotizaciones de 331 auxiliares de aseo. Sharp justificó la firma del decreto, señalando que de no haberlo hecho, se estarían enfrentando los problemas de déficit a costa de los trabajadores, dejándolos sin sueldos ni cotizaciones.

La situación que derivó en la firma del decreto se arrastra a partir de un convenio de aseo celebrado entre la Municipalidad de Valparaíso y la Cormuval el año 1988.

A partir de entonces se ha insistido en este acuerdo en fechas sucesivas el 1998, 2007 y 2008, hasta que ese año la Contraloría objetó el convenio ya que no es responsabilidad de la corporación ofrecer el servicio de aseo y porque el municipio realizó un contrato directo de los servicios a un privado (Cormuval), en vez de haberse ajustado a una licitación o a una asignación directa.

A partir de esas irregularidades, explicó el gerente de la Cormuval, Marcelo Garrido, la Contraloría solicitó que no se reiterara el convenio el año 2009. Desde entonces, el municipio y corporación, se han obligado a incurrir en ciertas irregularidades como el decreto de insistencia.

“La dirección de asuntos financieros de la municipalidad señala que esto no se ajusta a procedimiento regulares y se le solicita al alcalde que firme un decreto”, explicó.

El presidente del Sindicato Corporación Municipal de Aseo, Cristian Donoso, compartió con Sharp la larga data de esta problemática. Según el funcionario, el problema para el pago de sueldos de los trabajadores del aseo se arrastra de manera permanente hace 29 años.

“Ahora hay un avance porque se está hablando de un cambio estructural”, indicó.

El valor de la factura que se emite todos los meses por concepto de aseo asciende a los 220 millones de pesos.

En adelante se fijará una salida concordada con los trabajadores bajo el formato de cooperativas o asesorías para la constitución de empresas que puedan ofertar los servicios al municipio. Esto, considerando que la nueva ley de plantas municipales permite el incremento en la dotación, pero no ilimitada, indicó Garrido.