Bomberos de Valparaíso podría dejar de concurrir a los incendios forestales, de acuerdo a lo advertido por el subsecretario general del Cuerpo, Manuel Guerrero, que junto al superintendente de la institución porteña, Miguel Sánchez, reveló el grave déficit presupuestario en que están, acusando una deuda de más de 13 millones de pesos por parte de Onemi a partir del no pago de las alertas rojas.

Guerrero detalló que el Cuerpo de Bomberos no tiene un peso en caja para poder hacer frente a los sensibles meses de enero y febrero, por lo que tendrán que priorizar las emergencias estructurales por sobre las forestales.

“Estaríamos dispuestos (…) a dejar de asistir a los incendios forestales donde sólo se está quemando bosques”, indicó Guerrero, detallando que el foco estaría puesto exclusivamente cuando el área urbana se vea amenazada.

El superintendente Miguel Sánchez, indicó que esta decisión pasa porque no tienen otra opción, ya que incluso no se les han pagado los dineros correspondientes a las alertas rojas de 2015 y aún hay que sumar las declaradas la semana pasada.

“Si hay decretada una Alerta Roja, tienen que reembolsarnos los combustibles, las reparaciones de material si es que hay deterioros y las colaciones e hidrataciones si es muy larga la emergencia”, explicó Sánchez.

Al respecto, el director regional de Onemi, Guillermo de la Maza indicó que las autoridades de Bomberos están en un error al exigir el pago de los más de 13 millones de pesos, pues no existiría tal deuda, ya que no debe incluirse una alerta roja producto de un incendio que fue estructural y que afectó a los cerros Arrayán y Artillería.

En ese sentido, se deberían alrededor de 8 millones, que están en proceso de ser pagados, asegura De la Maza. “Están cobrando por un incendio estructural de 2015, lo que no corresponde. Deben rendir las platas fiscales que le son asignadas (…) sino habría que pagarle a los bomberos por que salgan a apagar todas las casas”, sostuvo.

Hasta la primera quincena de diciembre, Bomberos asegura que eran 11 las alertas rojas por las que no han recibido reembolso, por poco más de 13 millones de pesos. A eso indican que hay que sumar las de la semana pasada en San Antonio, Cartagena y Casablanca.