Como “muy grave” calificó el gerente de la Corporación Municipal de Valparaíso, Gustavo Mortara, el daño causado por una turba de desconocidos que ingresó al Cesfam Padre Damian de Molokai, ubicado en el cerro Los Placeres en Valparaiso el pasado 11 de septiembre.

Fueron cerca de 15 desconocidos los que arrasaron el lugar, destruyendo infraestructura y robando 14 computadores y equipamiento médico, todo avaluado en 22 millones de pesos. Pero lejos de lo material lo más preocupante, dijo, es el daño emocional ocasionado a los funcionarios.

“Estuvo en peligro la vida de nuestro guardia, que logró refugiarse y llamar a Carabineros”, agregó.

Mortara dijo que esta es la primera vez que ocurre un hecho de tal violencia en el recinto y que frente a la sensación de inseguridad tras el asalto le encantaría poder disponer guardias armados para combatir la delincuencia.

Ya que eso no se puede hacer, dijo, instalarán cámaras de televigilancia y aumentarán la dotación de guardias del recinto, los que estarán coordinados con el Plan Cuadrante de Carabineros, con apoyo igualmente de la PDI.