La seremi de Salud, María Graciela Astudillo, reaccionó a los dichos del intendente de la región de Valparaíso, Gabriel Aldoney, quien señaló que de no tener diferencias con la ministra de la cartera, ya la hubiese desvinculado del cargo.

“Espero que nuestro intendente, por el bien de la región, opine en su calidad de intendente y que esas opiniones sean una contribución al programa de gobierno, que todos los días nos esforzamos por llevar adelante y ejecutar”, señaló Astudillo.

El Partido Comunista, del que es militante la seremi, a través de una declaración pública calificó de extrema gravedad los comentarios del intendente indicando que “existen canales institucionales por donde cursan las peticiones de renuncia; la presión pública cuestiona su capacidad de Gobierno Regional y además constituye un grave maltrato a una intachable mujer comunista”.

A esto el intendente respondió que no pidió la renuncia de la seremi de salud, sino que sus declaraciones fueron estrictamente políticas.

“Cuando uno está esperando que las autoridades actúen con transparencia, es que uno diga lo que efectivamente piensa”, afirmó el intendente, agregando que esto no es un juicio al PC y si algún militante “se siente agraviado por lo que he dicho, no tengo ningún problema en pedir disculpas”, puntualizó.

Asimismo, el presidente regional del Partido Socialista, Mauricio Viñambres, señaló que no corresponde generar disputas políticas entre los partidos y que el intendente cuenta con el respaldo de su colectividad.

Recordemos que las declaraciones del jefe regional, fueron realizadas en medio del sumario administrativo y el juicio de cuentas que enfrenta la repartición pública en Contraloría y la denuncia por eventuales desvío de fondos a campañas políticas en la Fiscalía.