La tarde de este martes, dos ciudadanos venezolanos fueron imputados por los delitos de secuestro y tráfico ilegal de personas.
Lo anterior tras una investigación liderada por la Fiscalía y que involucró al OS-9 de Carabineros.
Todo se originó en la denuncia por secuestro realizada por una mujer venezolana, quien indicó a las autoridades que un hijo suyo, de 17 años, había ingresado al país de manera ilegal por la frontera de Tarapacá.
Eso gatilló la indagación en la cual la policía uniformada dio con un domicilio en Pozo Almonte, donde encontró a 31 extranjeros, 23 de ellos adultos y el resto menores.
En la instancia se procedió a su detención y a la captura del encargado del inmueble, al igual que al arresto de la encargada del traslado, ambos formalizados esta jornada.