Puede que los jotes -una especie carroñera similar a los buitres- no sean las aves más atractivas del mundo, pero una de ellas estuvo a punto de sufrir una muerte lenta y dolorosa tras quedar atrapada en la malla de una antena de telefonía celular, en plena ciudad de Iquique.

El animal de la especie Cathartes Aura, conocido en Chile como jote de cabeza colorada, permaneció atrapado durante al menos 3 días en una red metálica de protección, sin posibilidad de liberarse por sí mismo. Durante este tiempo, miembros del grupo Animalistas Iquiqueños presionaron infructuosamente tanto al dueño de la propiedad en que se encuentra emplazada la antena como a las autoridades para que acudieran en su auxilio.

“Mi madre fue al SAG y la secretaria dijo que no importaba porque (los jotes) son una plaga. También pedimos ayuda a bomberos y notificamos al vecino que tiene la antena para que se contactara con la empresa”, relató Andrea Soudre, una de las integrantes del grupo, a BioBioChile.

Finalmente, sólo tras la viralización de videos en Facebook que mostraban como el ave se rendía tras hacer desesperados intentos por escapar, fue la empresa Movistar quien envió una cuadrilla de trabajadores este viernes en la mañana, para escalar la antena y rescatarlo.

“En Movistar Chile trabajamos para que nuestras operaciones vayan de la mano con el cuidado del entorno. Por lo mismo, apenas supimos del caso de esta ave protegida atrapada, movilizamos a nuestros equipos para rescatarla lo antes posible”, indicaron a BioBioChile desde el equipo de comunicaciones de la empresa telefónica, aclarando que la antena pertenece a la compañía Telxius.

“La malla en la cual estaba atrapada el ave corresponde a un mecanismo de seguridad que busca exclusivamente evitar situaciones como esta. Esto permite que casos como estos no sean recurrentes y solo aislados. Agradecemos a quienes nos alertaron, pues nos permitió actuar rápidamente”, sentenciaron.

Maria Francisca Granado
Maria Francisca Granado

Por fortuna el ave se encontraba en aparentes buenas condiciones pese al suplicio que debió atravesar. Hasta el lugar llegaron el core Pablo Zambra y las animalistas Mireya y Maria Granado, quienes trasladaron al jote -un ejemplar juvenil- hasta un veterinario para sedarlo, retirarle la malla, y luego derivarlo a un recinto del SAG donde se pudiera rehabilitar previo a su regreso a la naturaleza.

Cabe consignar que este jote corrió con mejor suerte que otro que murió tras ser hallado herido este lunes en Antofagasta, donde los vecinos denunciaron que el SAG simplemente se negó a atenderlo aludiendo que se trata de una especie considerada “dañina”. Esto pese a que Chile ratificó en 1983 la Convención sobre la conservación de las especies migratorias de animales silvestres, que le obliga a darles protección.

Maria Francisca Granado
Maria Francisca Granado