Durante la jornada de este miércoles, el Primer Tribunal Ambiental autorizó la clausura temporal y parcial de los 7 pozos de extracción de agua que posee la empresa SQM en el Salar de Llamara, en la región de Tarapacá.

La medida se concreta luego que la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) formulara cargos contra la no metálica por una serie de irregularidades en la planta Pampa Hermosa, una de las más importantes de la empresa, de la cual dependen las producciones de yodo y nitrato, la cual deberá llevarse a cabo en un plazo máximo de 3 meses y no 6, como había pedido en un comienzo la SMA.

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De esta manera, la decisión del Tribunal acogió la solicitud de Medida Urgente y Transitoria elevada por la Superintendencia, acción que buscaba parar las labores de la planta.

La vigencia de la medida se mantendrá hasta que SQM acredite ante la SMA la inexistencia de efectos ambientales en los puquíos, todo ello con el fin de impedir un daño grave e inminente a la biota acuática de los puquíos del Salar de Llamara y se efectúa un adecuado control de calidad de las aguas que son inyectadas al sistema”, indicó el fallo.

“Dichas acreditaciones deberán realizarse a más tardar en un plazo de 3 meses contados desde la notificación de la resolución”, añadió el Tribunal en el dictamen.

En una visita al salar durante julio de este año, el seremi del ramo, Patricio Villablanca, sostuvo que el objetivo de detener los trabajos de Pampa Hermosa buscaba “preservar este espacio para las generaciones futuras, y ojalá poder iniciar los estudios desde la región, para poder determinar su valor real y cuáles son las potencialidades que tiene, tanto para el desarrollo de la región, como para el estudio y la investigación de las universidades regionales”.

La producción de yodo de SQM en 2016 alcanzó las 10.309 toneladas métricas, de las cuales 2.847 provinieron desde la planta. No obstante, la capacidad esperada es de hasta 11.000 toneladas métricas de yodo al año, sumado a los 1,2 millones de toneladas métricas de nitratos, además de los más de 33 millones de toneladas métricas de caliche anuales.