Los fiscalizadores del Servicio Nacional de Aduanas interceptaron en Ollagüe a un exmilitar colombiano que transportaba marihuana y cocaína al interior de galletas y chocolates.
El procedimiento se registró durante las labores de control a los viajeros y vehículos que llegan hasta ese complejo fronterizo ubicado en la región de Tarapacá.
En dicho contexto, los fiscalizadores seleccionaron en base a perfiles de riesgo al pasajero de un bus, quien portaba una mochila con dulces de regalo.
Al ser entrevistado, exhibió credenciales del Ejército de Colombia y dijo que tras ser licenciado decidió visitar a un amigo en Calama, razón por la que supuestamente llevaba dulces de regalo. Sin embargo, todo era una coartada: los aduaneros detectaron formas irregulares en los paquetes y procedieron a abrir los envoltorios, encontrando así marihuana y cocaína.
El director regional de Aduanas en Antofagasta, Braulio Cubillos, señaló que el exmilitar llevaba 5 cajas de galletas Maxcoco, 8 paquetes de la galleta Cocosette y 6 paquetes de cobertura de chocolate para fundir.
“Al revisar los envoltorios y la presentación todo parecía normal, pero los aduaneros se fijaron en pequeños detalles casi imperceptibles para quien no está entrenado. Debido a ello abrieron las cajas y envoltorios, descubriendo paquetes con droga al interior del chocolate y en medio de las galletas”.
En total, los aduaneros hallaron 46 paquetes que contenían casi 4,5 kilos de marihuana cripy y 18 paquetes con un total de 1,1 kilos de clorhidrato de cocaína. “Cada uno de esos paquetes con droga estaba meticulosamente cubierto por galletas o chocolate, además de venir sellado al vacío”, indicó Cubillos, quien destacó la expertiz de los fiscalizadores.
El extranjero, identificado como F.J.H., salió desde Colombia, viajó por Ecuador, Perú y Bolivia, para finalmente tratar de ingresar a Chile por Ollagüe con la droga, la cual puede alcanzar un valor de 50 millones de pesos en el comercio ilícito.
El imputado, junto a la droga y los medios de prueba, fueron entregado mediante cadena de custodia a la policía para su custodia y traslado.
El control de detención se realizó en el Juzgado de Garantía de Calama y el Ministerio Público lo formalizó por tráfico, quedando en prisión preventiva durante los 85 días que dure la investigación.
