El negocio de arriendo de reposeras y quitasoles que una comerciante iquiqueña tenía desde hace cinco años en la playa Cavancha, quedó reducido a escombros por un globo de los deseos.

El producto, muy demandado por estas fechas, es elaborado con papel y se eleva con aire caliente emanado desde una base de parafina que se enciende. Permiten escribir buenos deseos y enviarlos de manera simbólica al cielo.

Uno de estos cayó en la bodega donde Natalia Varas y su familia, guardaban los implementos que levantan su emprendimiento.

Cuando ya había transcurrido una hora del nuevo año, el esposo de la mujer recibió un mensaje de la dueña del recinto, quien los alertaba del siniestro.

“Dicen (testigos) que como corría mucho viento, este globo no tomó aire suficiente y cayó casi de inmediato en la malla, quemándola, y luego el fuego tomó las colchonetas, las reposeras y todo lo demás”, relató Varas al diario Las Últimas Noticias.

De acuerdo a la comerciante, las llamas consumieron el 90% de su negocio: 25 reposeras con sus colchones, 20 quitasoles, ocho sillones y un carro de arrastre.

Las pérdidas fueron avaluadas en 2 millones de pesos, más $50 mil diarios por no poder instalar nuevamente su puesto, lo que repercutirá en el tratamiento de su hija que padece Síndrome de Asperger.

Pero el caso de Natalia no fue el único. En Tocopilla y Talca hubo incendios en viviendas, y sólo en Chillán generó al menos cuatro emergencias.

Desde Bomberos reiteraron el llamado a evitarlos por el riesgo que esto conlleva, sobre todo el lanzarlos en lugares poblados.

Además, el decreto 207 del Ministerio de Salud prohíbe el uso de globos y adornos que contengan elementos inflamables, por lo que no se encuentra permitida su venta, fabricación, tenencia y distribución.

La infracción a estas normas puede significar una multa de hasta 1.000 UTM.