La justicia ordenó que Gendarmería debe adoptar todas las medidas para para evitar nuevos tratos discriminatorios en contra de un interno que cumple condena en la cárcel de Rancagua, siendo víctima de bullying por su orientación sexual.

Por ello, el Juzgado de Garantía de Rancagua acogió un recurso de amparo presentado por el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) de O’Higgins.

La situación fue denunciada por el INDH, desde donde acusaron que la persona recibió un trato discriminatorio, no teniendo acceso a agua ni alcantarillado en su celda -lo que ha significado que sus deposiciones se acumulen en el mismo espacio donde él pernocta-, así como la entrega de medicamentos para tratar la depresión que padece.

También se denunció que dos gendarmes hostigaron sistemáticamente al interno con epítetos como Maricón culiao, que te comí el fierro”, inclusive delante de otros internos, agravando el menoscabo.

David Bahamondes, jefe del INDH de O’Higgins, sostuvo que “Gendarmería tiene el deber de custodiar la seguridad de todas las personas que están privadas de libertad, especialmente de aquellas que forman parte de grupos vulnerables como la diversidad sexual, que es frecuente víctima de discriminación y violencias”.