Una nueva muerte enluta al Sename: una adolescente de 16 años oriunda de San Fernardo falleció al interior de la residencia Pequeño Cottolengo de Rancagua. El organismo dio a conocer los antecedentes a Fiscalía, quienes comenzaron la investigación pertinente para determinar la existencia de negligencia y si los protocolos institucionales fueron activados.

Este lunes el Sename de la región de O’Higgins presentó ante Fiscalía de Rancagua una denuncia por la muerte de Tania Ivana Osorio Yáñez de 16 años, ocurrida el 15 de junio de 2016 en el Organismo Colaborador Acreditado (OCA), Pequeño Cottolengo. Cabe recordar que ese mismo lugar estuvo en la palestra pública en 2006, luego que el Tribunal Oral en lo Penal condenara a 15 años de cárcel a un sacerdote, -quien además era director del recinto-, por violaciones reiteradas contra dos menores.

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Una vez que el caso de Tania fue dado a conocer ante la Justicia, el fiscal Sergio Moya determinó las labores de la Brigada de Homicidios de la PDI, para desarrollar una investigación que permita esclarecer su deceso.

El organismo consignó a The Clinic, que este sería el tercer caso de niños fallecidos en residencias dependientes de Rancagua, uno de ellos en el mismo centro donde murió Tania.

Antecedentes

La adolescente vivía hace nueve años en el hogar. Cuando tenía siete años el Tribunal de Familia determinó quitarle la tutela de la menor a la abuela materna, Elizabeth Osorio, luego que dejara de visitarla en el hospital donde Tania se encontraba internada.

Según sostuvo el mismo medio, la adolescente se mantenía bajo observación médica con el diagnóstico de: daño orgánico cerebral, síndorme de Torch, microcefalia severa, epilepsia secundaria, retardo del desarrollo y desnutrición crónica, situación que la mantenía postrada.

Dados a conocer los antecedentes, el Tribunal determinó internar a Tania “en un centro especializado donde se le otorguen todos los cuidados que su salud requiere”.

La madre de la menor fallecida, Marisol Yáñez, declaró que “no hay consuelo que me devuelva a mi hija”. La mujer aseguró haber visto a una trabajadora del centro violentar a Tania, pero que la asistente social del centro no le habría creído. “No me hicieron caso. Cada vez que le veía moretones, reclamaba”, aseguró.

Además, acusó que encontró muchas veces a Tania con orina, piojos y desaseada.

Denuncia

La querella interpuesta por el organismo el 4 de julio, se enmarca en el protocolo institucional, el que estipula que ante cualquier muerte registrada al interior de uno de los centros, los antecedentes sean derivados a la Justicia para iniciar la investigación pertinente por posibles negligencias.

“De acuerdo al informe presentado por la residencia a la directora regional, a ésta le quedarían dudas razonables de si efectivamente asistieron como correspondía a la menor fallecida“, comunicaron desde el Sename.

La denuncia presentada detalla que los trabajadores a cargo del cuidado de Tania no habrían activado correctamente el protocolo interno. La última atención a la adolescente se habría desarrollado a las 03:00 horas, y a las 05:30 se comunicó que Tania ya no presentaba signos vitales.

El certificado de defunción, en tanto, esclareció que la muerte ocurrió a las 04:15 horas, producto de un paro cardiorespiratorio.

Al respecto, el director del centro, sacerdote Alvaro Olivares, descartó tajantemente negligencia con Tania y aseguró que se activaron los protocolos de la institución.

El sacerdote Olivares declaró que aún no han sido notificados sobre la denuncia del Sename, mientras que Fiscalía comenzó a desarrollar la investigación pertinente para esclarecer el deceso de Tania.