La lluvia de primavera preocupa a pequeños productores de cereza de Quillón, pues algunas variedades están por estos días en plena floración.

Quienes emprenden en este rubro saben que la actividad agrícola está siempre sujeta a la contingencia climática, y si bien esperaban un evento de este tipo, que ocurra en esta fecha es particularmente dañiño, señaló Franciso Araya, presidente de la agrupación que reúne a unos 150 cereceros de la zona.

No sólo el nivel de floración de los cerezos es lo que inquieta debido a la lluvia, además es época en que las abejas realizan la polinización.

Desde la cartera de Agricultura, su titular en la región Rodrigo García, comentó que habrá que evaluar la situación una vez mejore el tiempo, pero recalcó que estas precipitaciones no son un evento aislado, y que lo mejor es adaptarse.

El miércoles, vientos de más de 50 kilómetros por hora hicieron volar flores e incluso provocaron el desganche de ramas de algunos árboles. Algo que ya vivieron los cereceros de Ñuble hace dos años, cuando debieron lamentar una importante pérdida de su producción debido justamente a las lluvias de primavera.