Ñuble vivió su primer día como la nueva región del país. Una jornada marcada por la presencia de la presidenta Michelle Bachelet en la zona y la conmemoración del natalicio de Bernardo O’Higgins en Chillán Viejo.
Sin embargo, concluidas las celebraciones llega el momento de las definiciones respecto a la administración política del nuevo territorio, según dijo la propia mandataria.
Decisiones como la construcción de una nueva cárcel regional y un centro de internación provisoria del Sename, son parte de la agenda que el ahora seremi de Justicia, biregional, Jorge Cáceres, deberá tomar hasta la creación del cargo en Ñuble.
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En materia de Obras Públicas, Ñuble cuenta con una abultada y polémica agenda.
Es el caso del nuevo hospital regional con sede en Chillán, y el embalse Punilla; dos obras que han sufrido retrasos y que no debiesen sufrir más inconvenientes, según lo detallado por el seremi de Obras Públicas, René Carvajal.
Por lo pronto, la primera autoridad de Ñuble será el “delegado presidencial”; figura de exclusiva confianza de la presidencia y sobre cuya nominación se ciernen varias dudas.
Y es que la elección presidencial de noviembre podría implicar que la persona designada para el cargo sea de común acuerdo entre la administración entrante y saliente.
Por otro lado, también se maneja la fórmula de proponer a una persona que sustente el cargo hasta la entrada en funciones del nuevo gobierno para no dilatar el proceso de instalación de la nueva región que debiese culminar en agosto próximo.
Para este escenario, el Ejecutivo ya maneja una serie de nombres, todos ellos oriundos de la Provincia de Ñuble, como son el exalcalde de Chillán y militante del Partido Radical, Aldo Bernucci, el exgobernador de Ñuble y militante demócrata cristiano, Ignacio Marín, la exgobernadora de Ñuble cercana al PPD, Lorena Vera, el dirigente de la agrupación Ñuble Región y militante DC, Hérex Fuentes, y el militante PPD, Felipe Chávez.
Todos ellos podrían asumir el trabajo de iniciar la instalación del aparato público de la nueva región, cuyo costo será de $19 mil millones que serán divididos entre las tres nuevas provincias de Itata, Diguillín y Punilla, con capital regional en Chillán.