El único imputado por la desaparición de la profesora Irma Solís fue absuelto la jornada del lunes tras un veredicto del Juzgado de Garantía de Punta Arenas en un juicio oral simplificado.

El rastro de la mujer se perdió en la capital de Magallanes en mayo de 2015 y hasta hoy no se sabe qué fue de ella.

Su padre, Miguel, lamentó que el fallo absolviera al infante de marina, Eduardo Jara, expareja de su hija y único imputado en esta causa por el delito de obstrucción a la investigación. En esa línea, el hombre aseveró que “ya no confía en la Justicia”.

“El testigo que vio a la persona que fue a estacionar el jeep de mi hija vio a una persona similar a Jara Verdugo, por lo tanto no entiendo por qué lo absolvieron”, disparó Solís.

“Incluso el mismo dijo que con Irma sostuvieron una discusión y que la echó de su casa con maletas, él se aburrió de ella. Estamos mal con mi esposa y nuestra nieta por no saber nada de mi hija”, añadió.

“Ya no confío en la Justicia, sentimos impotencia de no saber qué hacer y uno no puede exigir más a la policía y los jueces son los que no tomaron en cuenta todos los argumentos que entregaron en el juicio”, disparó el hombre, originario de Chillán, al igual que Irma.

Según acusó, el uniformado “mintió mucho desde el comienzo” y aseveró que, a su juicio, cambió versiones ante la PDI.

“A mi hija creo que la mataron, todo lo demuestra, no hay antecedentes que haya salido de Punta Arenas, la hicieron desaparecer. Lo importante es saber qué pasó con mi hija, porque no está en ninguna parte”, agregó Solís padre.

Por otro lado, a la salida de la audiencia, Jara admitió lamentar el sentimiento de los padres de Irma, “no sé qué les habrán dicho, ya que me culpan de algo que realmente yo no hice”, dijo.

En esa línea, el infante reiteró su inocencia y recalcó no saber qué fue de la profesora. “Ahora quiero disfrutar de mi familia y me encantaría que Irma pueda volver con su familia y así terminaría toda duda y lo que se generado en torno a esto”, finalizó.