A principios de noviembre se anunció el presunto hallazgo de un nuevo volcán del que no se tenía registros en medio de los Campos de Hielo Sur, entre las regiones de Aysén y Magallanes.

A los pocos días, no obstante, el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) descartó el hecho y esta semana echó por tierra cualquier posibilidad de añadir un nuevo macizo a la larga lista con la que cuenta nuestro país.

“El evento ocurrido entre los días 19 y 20 de octubre pasados se trató de una remoción en masa y no una nueva actividad volcánica en la zona”, indicaron desde el organismo tras una inspección aérea liderada por el jefe de la Red Nacional de Vigilancia Volcánica (RNVV), Álvaro Amigo; la Conaf y la Dirección General de Aguas del MOP.

“El vuelo permitió realizar observaciones aéreas y terrestres del depósito y por lo tanto fue posible la recolección de muestras de rocas y sedimentos que lo componen, así como también el muestreo de afloramientos rocosos en el cordón montañoso circundante. La litología de las muestras es similar, correspondiendo a rocas del basamento metamórfico”, indicó Amigo.

Con cámaras de alta tecnología, el satélite Sentinel-2, perteneciente a la Agencia Espacial Europea, aseguró que se encontró una columna de ceniza a 30 kilómetros al sureste del volcán Lautaro y a más de 100 kilómetros al sur de Villa O’Higgins. Geólogos dieron por hecho que era un nuevo volcán.

Aquello fue refutado por Amigo, quien detalló que “el depósito se originó a partir de una avalancha de hielo y rocas, descartándose la existencia de un fenómeno volcánico en la zona”.

“Las altas temperaturas registradas en la zona sur de la región de Aysén los días 19 y 20 de octubre, además de la alta pendiente del afloramiento rocoso y de hielo, parecen corresponder como factores que dieron origen a una avalancha mixta cuyo depósito se extendió por alrededor de 3,5 kilómetros”, enfatizó.

Sernageomin
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