“Me están acusando injustamente, me están cagando la vida (sic), vine de otra zona a trabajar, tengo mi actual pareja. Ese día descansé y a esa hora salí a pagar una cuenta de teléfono, tengo cómo probarlo”. Esas fueron las primeras palabras que el acusado de violar a un niño de 10 años al interior de un colegio de Punta Arenas emitió en la audiencia de formalización.

El hombre de 38 años fue detenido por detectives la Brigada de Delitos Sexuales de la PDI tras ser denunciado, según indicó El Pingüino.

“Mis hijos viven en Puerto Montt, no soy apoderado en un colegio acá. Cuando era pareja de la mamá del niño vivimos juntos, nos llevábamos muy bien. Después que a ella le quitaron los niños, nos separamos y comenzó a andar con otra persona. Ella reaccionó mal cuando le dije que yo tenía una nueva pareja”, manifestó en el tribunal.

El imputado reiteró que era inocente, señalando que a la víctima no la veía desde 2016, que no tiene nada que ocultar y que la acusación lo afecta. “Estoy con mi nueva pareja, hay niños, y yo voy a tener que irme, porque con qué cara voy a llegar ahí, qué confianza me van a tener de ser acusado por violación, nadie confiará en mí”, lamentó.

“Cuando termine esto y se demuestre mi inocencia voy a llegar hasta las últimas consecuencias”, advirtió.

Hechos imputados

De acuerdo a lo expuesto en la audiencia por la fiscal Wendoline Nuñez, el acusado habría llegado hasta el gimnasio del establecimiento, donde obligó al niño a acompañarlo al baño. Allí lo habría violado tras amenazarlo de muerte.

Posteriormente, el menor corrió hasta un hogar de menores en las cercanías del establecimiento -donde es acogido por ser considerado vulnerable-, desde donde lo trasladaron a un recinto asistencial. Horas más tarde, se confirmaron lesiones por una agresión sexual.

Pese a la gravedad de la acusación, no fue enviado a prisión preventiva, medida que ni siquiera fue solicitada por la persecutora, ya que no se justificaría ante la falta de evidencias en este momento de la investigación.

Los registros de las cámaras posicionan al niño sólo 1 minuto al interior del gimnasio -donde un profesor realizaba una clase- y no identificaron a nadie ajeno en el interior.

Además, el abogado defensor, José Miguel Navarrete, sostuvo que “mi representado prestó una declaración señalando que no fue al centro de la ciudad, que tiene un comprobante de una Caja Vecina, la cual realizó a la misma hora aproximada del hecho, esto en el sector alto de la ciudad. Esto se suma a una declaración de una testigo, quien confirmó que a la presunta hora de los hechos no salió de su domicilio”.