La comerciante de 31 años, Yerka Torres, tras la audiencia de formalización donde se invocó la Ley Zamudio por las agresiones físicas y verbales que propinó contra el animador Natalino Patricio Díaz, pidió perdón y negó las acusaciones de homofobia, en la cual se ampara la defensa de la víctima.
Recordemos que de acuerdo a la denuncia interpuesta en la Segunda Comisaría de Puerto Natales, Díaz se encontraba en una fiesta privada el pasado fin de semana cuando, sin ningún tipo de provocación, una mujer le dio un golpe con un vaso en plena cara, que lo dejó con 15 puntos en la cara.
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Tras eso, la mujer denunciada se dio a la fuga y el hombre concurrió a las autoridades para interponer el reclamo y constatar las lesiones, asegurando que además la victimaria llevaba más de 2 años realizando comentarios de tipo homofóbico y no sería primera vez que agrede físicamente a alguien por su orientación sexual.
Defensa de la acusada
Yerka Torres manifestó en una entrevista con Diario El Pingüino que “si cometí un error puedo asumirlo y espero que él lo haga también, pero lo que puedo asegurar es que jamás se trató de un acto homofóbico”, dijo la acusada por el delito de lesiones graves gravísimas.
La joven compareció el miércoles ante el Juzgado de Garantía de Puerto Natales, que resolvió formalizarla, fijar un plazo de investigación de 70 días, dejarla con arresto domiciliario total y prohibir su acercamiento a la víctima.
La mujer de 31 años reconoció estar viviendo “la peor pesadilla de mi vida“, agregando sobre la situación que es parte de “vincularse a la vida nocturna”, “una vida que no es fácil y que nos hace vincularnos con distintos episodios. Pero hoy lo que más me afecta es que se diga que se trata de homofobia y que se me tache de tal, más teniendo amigos gay y uno en particular, del que puedo decir que agradezco de tenerlo como amigo”.
En cuanto al denunciante Patricio Díaz, señala que “lo conozco hace muchos años porque fue párvulo del jardín infantil que tuvo mi mamá. Tuvimos un vínculo bonito, que se rompió por un conflicto en el cual yo no tuve nada que ver y luego por una denuncia que hice en contra de una mujer amiga de él”.
Y sobre el incidente, “lo único que puedo decir tiene que ver con desmentir que yo haya tenido conflictos anteriores. Jamás le falté el respeto, aún sabiendo que él sí ha hecho comentarios sobre mí. Reitero, yo no soy homofóbica y no sabía que él era gay, porque nunca se lo había escuchado de su boca”.
Sobre las razones que tuvo para viajar a Punta Arenas tras el incidente, sostuvo que “viajé con mi familia para buscar asesoría, porque desde el primer momento sabía que me iban a buscar. Me pidieron que me acercara voluntariamente a la PDI y así lo hice”, finalizó.
