A tres horas de navegación de Puerto Williams, al norte del canal Beagle, en bahía Kanasaka, vive el matrimonio de Eugenio Martínez, 71, y Ester Aguilar, 58. Son los únicos habitantes de Isla Hoste, ubicada en medio de un enjambre de ínsulas deshabitadas, bañadas por el Canal Beagle y dominadas por un imponente y temido cordón montañoso.

La pareja, beneficiada por el inédito programa, ejerce soberanía a base de ganadería y una pequeña producción hortofrutícola destinada al autoconsumo en el territorio más austral del planeta, un lugar de lluvias, nevazones copiosas y viento oeste que sopla sin deferencia durante casi todo el año.

Para trasladarse dependen de los viajes de la lancha “Tromba” -nave tipo zodiac- subsidiada por el Estado, que una vez al mes los conecta con el resto del mundo. Esa oportunidad para trasladarse, la aprovechó un grupo de profesionales coordinados por Indap a través del Programa de Desarrollo Local, Prodesal, Indap Cabo de Hornos, que en esas latitudes trabaja por el sector silvoagropecuario más austral del país.

Ahí se desparasitó, inyectó vitaminas a los animales y se realizó la marcación de 40 cabezas de ganado con el Dispositivo de Identificación Oficial (DIIO) del Servicio Agrícola Ganadero (SAG), priorizando a los terneros de la temporada. Además se entregaron implementos y orientaciones sobre cómo realizar cada procedimiento.

“Toda la vida que llevo acá nunca habíamos tenido ese apoyo. Estoy muy agradecido, porque van a estar mejor los animales en el crudo invierno que se avecina”, asegura Martínez. Y es que entre los desafíos están disminuir los riesgos sanitarios, asociados a enfermedades parasitarias y fortalecer la condición de los animales para prever tiempos de escasez.

“Este Plan conjunto, que de seguro es el más austral del mundo, lo estamos aplicando desde Caleta Eugenia a Isla Hoste, en la primera etapa son 450 bovinos y en una segunda queremos abarcar al menos el 70% de los planteles de la provincia -cerca de 1.800 cabezas-, porque en el futuro esperamos poder potenciar la faena comercial de la carne, hoy tenemos una dependencia absoluta del exterior”, explicó Sebastián Acosta, jefe técnico Prodesal de Indap Cabo de Hornos.

El operativo continuó hacia otros sectores de la isla Navarino, y a finales de abril finaliza la primera etapa del programa.

José Triviño, ganadero beneficiado, destacó el trabajo y la coordinación. “Es algo que nunca se había hecho aquí en la isla (Navarino), sólo quiero agradecer el trabajo de Prodesal con nosotros, y me parece muy bien que exista este apoyo para todos los ganaderos, ya que somos principalmente personas de edad, y así el trabajo se hace más fácil”, precisó.

En el desarrollo de la iniciativa participa también el SAG, la Municipalidad de Cabo de Hornos, y Gobernación de la Provincia Antártica, en una alianza estratégica gestada por Prodesal, que busca involucrar a los productores en la responsabilidad del manejo ganadero y la constancia que se debe tener en aspectos como la trazabilidad animal y manejo sanitario del plantel, con miras a las aspiraciones locales de faenamiento comercial.

Indap Magallanes
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