Tras un juicio simplificado que se realizó el pasado sábado en el Juzgado de Garantía de Punta Arenas, se entregó la sentencia en contra de un padre que fue denunciado por su hija por el delito de lesiones en el contexto de violencia intrafamiliar.

Según la sentencia entregada ayer por el juez, Juan Enrique Olivares, al imputado se le condenó a 200 días de presidio y a la prohibición de acercarse a su hija por un año, pena que se sustituyó por la reclusión parcial diurna , bajo el monitoreo telemático que será controlado por Gendarmería.

La Fiscalía detalló que los hechos ocurrieron el 12 de febrero de 2017, a eso de las 16:00 horas. La víctima, de 15 años de edad, se encontraba en su casa en Punta Arenas amasando pan, cuando el sujeto, de iniciales R.D.A.L., comenzó a golpear con sus puños el rostro de la joven, para luego lanzar el teléfono celular de la menor al suelo, quebrándolo y dejándolo inutilizado.

Entre insultos, la menor huyó del domicilio para evitar seguir siendo agredida por su padre.

La adolescente acudió a la casa de una amiga, desde donde se contactó con quien la trata en el Programa PAI, ordenado por el Tribunal de Familia. El profesional llevó a la menor a las dependencias de la Subcomisaría de Río Seco, para realizar la denuncia.

Se constató que la joven resultó con contusión periorbitaria derecha y contusión en el brazo derecho de carácter leve, ya que además de golpearla, el hombre la tomó de sus brazos y la zamarreó, según se consignó en el Hospital Clínico Magallanes.