Magdalena Águila es la productora de unas de las tendencias que ha dejado la ExpoMundoRural realizada por Indap en Punta Arenas. Se trata de unas peculiares sandías que gracias a aguas lluvias, calefacción y música, logran pesar más de 5 kilos.

La agricultora bromea con que “tienen música todos los días, así que amanecen bailando. Ellas son las preciosas y yo la Bolocco”, cuenta. Para ella, la receta para el éxito de su empresa ha sido regar las plantas sólo con agua lluvia, ponerles música ranchera y darles calor con una vieja lavadora que habilitó como estufa a leña.

Gentileza Indap
Gentileza Indap

El ritual es empezar “a las 6 de la mañana enciendo el fuego y al tiro empiezo el baile. Además, todos los días les rezo, porque quiero que la fuerza que tienen para crecer me la transmitan a mí también”, comenta.

La historia comenzó con las semillas, las que guardó varios meses, luego las puso en maceteros y finalmente las trasplantó a la tierra del invernadero. “No es fácil acá en la isla, con el viento y el frío se hace todo más difícil, pero si uno le pone esfuerzo y dedicación siempre es posible salir adelante”, explica.

La tierra para la siembra la preparó con aserrín, una mezcla con café colombiano, agua de lenteja y cochayuyo para mejorar el suelo. “Yo participo en todas las capacitaciones, y aplico todo lo que me enseñan y siempre me resulta. Tocar la tierra y trabajarla me cambió la vida. Estuve muy enferma y hoy vuelvo a renacer”, explica.

Producción agrícola en Punta Arenas

Otra productora es Margot Ruiz, quien el año pasado, se atrevió con sandías y melones.

Por primera vez, tales productos estuvieron presentes el año pasado y fue tal el furor que los pequeños frutos los vendió a 3 mil pesos y la última -de las seis que logró cosechar- fue rematada a 8 mil pesos.

En los noventa popular era la frase: “trae fruta del norte” a todos quienes viajaban, casi un sello que distinguía a la región austral, pero que en el fondo reflejaba las precarias condiciones de la agricultura y la poca oferta de productos de buena calidad que llegaban a la zona.

Para el director regional de Indap, Víctor Vargas, “si bien, aún existe una fuerte importación hortofrutícola y estamos lejos de satisfacer la demanda local, también es cierto que hoy los pequeños agricultores, han logrado avanzar, diversificar la producción y desarrollar sabores inocuos, sanos que distinguen a la Patagonia y sus productos”, explicó.