La familia de la joven madre asesinada en Mariquina, Regina Pichún Puebla, espera que el acusado sea condenado y que el tribunal aplique la máxima pena.

En el Tribunal de Juicio Oral de Valdivia comenzó este miércoles el juicio en contra de Eduardo Ramírez Araneda, quien está acusado por el delito de homicidio simple en contra de la mujer de 32 años.

Según se indicó en la instancia, ambos mantenían una relación extra marital y, como consecuencia de esa dinámica, se habría provocado el crimen.

En octubre de 2017, la víctima habría ido al taller del acusado, amenazando con que haría que la pareja del imputado perdiera el bebé en gestación.

Ahí, Regina le habría lanzado un golpe al hombre, quien la contuvo con una especie de llave -ya que tiene conocimientos de artes marciales-, apretándola hasta provocar su muerte por asfixia.

En su relato a los jueces, Araneda agregó que en ese momento usó dos sacos para envolver la mujer, subió el cuerpo a la camioneta y lo llevó a un predio forestal, en donde lo lanzó a una quebrada.

Una de las hijas de la víctima dijo que mantiene rabia contra el hombre, por todo el tiempo que ocultó lo ocurrido.

El acusado manifestó que después de cometer el delito, intentó refugiarse en su trabajo, resolver problemas pendientes y generar recursos para el bebé que esperaba su pareja. Hasta que confesó el crimen el año pasado.

El juicio continúa este jueves, cuando declaren los peritos del Servicio Médico Legal, entre ellos, dos antropólogos que analizaron los restos de la Regina Pichún Puebla.