El hospital privado de Panguipulli, objetor de conciencia que mantiene convenio con el Estado, afirma que dictamen de Contraloría no les afecta y que su problema es la falta de especialistas.

Tilly Rivas, directora administrativa del Hospital Padre Bernabé de Lucerna -institución que se declaró como objetora de conciencia en septiembre de 2017-, sostuvo que si bien el recinto llegó a esa determinación porque la totalidad de sus profesionales lo habían decidido de forma personal, también se relaciona con que no tienen los medios para llevar a cabo estos procedimientos.

En ese sentido, Rivas agregó que en caso de riesgo de vida de la madre, se hace todo lo posible para que la mujer se mantenga con vida. También sostuvo que se asegura la derivación a otro recinto que pueda efectuar el procedimiento, teniendo los medios con lo que ellos no cuentan.

Finalmente señaló que hasta el momento no ha llegado ninguna mujer al hospital, para solicitar la interrupción del embarazo en las tres causales que estipula la ley.