La Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji) en la región de Los Ríos confirmó la quiebra de la empresa que construía recintos en los sectores de Lago Ranco y El Llolly, por lo cual activaron mecanismos para terminar las obras que son meta presidencial.

Hay preocupación en los trabajadores, quienes además están impagos desde hace dos meses, sin tener qué comer.

Por tal hecho emplazaron a la institución a hacerse cargo de una situación que se conoció tras la alerta efectuada por empleados en la zona de Lago Ranco a Radio Bío Bío, la cual fue confirmada por la Junji.

El residente de la obra del jardín infantil y sala cuna Lago Ranco, Mauricio Holmberg, indicó que además de encontrarse impagos -y en la incertidumbre del futuro contractual y laboral de los trabajadores– llamaron al ente de Gobierno a responder por aquello.

El director regional de Junji, Cristián Morales, aseguró que la empresa Grupo Frontera Sur Limitada les comunicó pasar por problemas económicos, lo que motivó procedimientos legales para resguardar lo que les interesa: que las obras se lleven a cabo.

Según quien representó a los trabajadores, esta obra partió mal y terminó peor, ya que -dijo- hubo problemas con los planos que obligaron a hacer modificaciones en la edificación en plena la marcha.

Además, se produjeron suspensiones en las faenas por demoras en estados de pago, que posteriormente se retomaron con la incertidumbre de quién va a pagar a quienes incluso llevan un año trabajando, existiendo cerca de 46 operarios.

Incluso, Holmberg dijo que las obras que forman parte de una meta presidencial fueron controladas por el exinspector técnico de obras de la Junji, cuestionado por trabajar con un título falso. Fiscalización que fue descartada por Morales ya que -manifestó- había sido desvinculado antes que interviniera en estos recintos.

Cabe mencionar que las obras del recinto de Lago Ranco partieron el 2 de noviembre de 2015, en tanto el falso ingeniero fue desvinculado a mitad de este 2016.