“Creo que él fue un ángel de la guarda vestido de hombre”, relató agradecida a El Mercurio, la abuela de los dos menores que fueron sustraídos por su padre, el brasileño Flavio Rocha Do Santos, el sábado desde Valdivia.

José Rolando Muñoz Araneda es el conductor de nacionalidad chilena y radicado hace 37 años en Argentina, que se transformó en un héroe por ayudar en el rescate de los niños.

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Según relató al medio escrito,  en la madrugada del domingo transportaba a un grupo de trabajadores al Hotel Wyndham de Buenos Aires, cuando vio a los protagonistas cruzar la puerta de acceso del recinto y registrarse en la recepción.

El hombre se enteró de la noticia en un publicación hecha en el Clarín y como la nota agregaba al final el número de teléfono de la familia en Valdivia, tomó contacto con ellos y les comunicó que se encontraban en el recinto.

Al rescate

Como era domingo, las respuesta de la policía fue lenta. Desde Chile, la PDI y el Ministerio Público sólo emitieron una orden de ubicación internacional, no de detención.

Tras la demora, Muñoz hizo lo imposible para capturar al brasileño. En primer lugar ubicó el vehículo en el estacionamiento y le desinfló los cuatro neumáticos. Luego intentó conseguir un celular con GPS para amarrarlo al auto y poder rastrearlo.

Después de 6 horas del aviso, el personal policial detuvo a Rocha mientras dormía en la habitación.

“Muchas veces pasan cosas que se pueden evitar, porque la mayoría del mundo dice no te metas. Es lamentable, pero yo tengo conciencia y doy la mano a quien lo necesita”, comentó el conductor al medio.