La región de Los Ríos nos recibe con una fuerte y copiosa lluvia. Como debe ser, para que no quede duda de que estamos en el sur de Chile. El destino es la Reserva Biológica Huilo Huilo, un área de 100.000 hectáreas, bajo protección privada, que se prepara para un acontecimiento extraordinario. No tomamos el … Continue reading "El mágico momento cuando liberan huemules en Huilo Huilo"

La región de Los Ríos nos recibe con una fuerte y copiosa lluvia. Como debe ser, para que no quede duda de que estamos en el sur de Chile. El destino es la Reserva Biológica Huilo Huilo, un área de 100.000 hectáreas, bajo protección privada, que se prepara para un acontecimiento extraordinario.

No tomamos el camino más corto, pero sí uno atractivo. Luego de unas tres horas de viaje desde Temuco, pasando por Villarrica, finalmente empalmamos por la ruta CH 203, en dirección a Puerto Fuy, que pese a presentar segmentos de ripio, se encuentra en buen estado y en plena etapa de pavimentación. La vía orilla dos lagos, el Calafquen y el Panguipulli, y con esa vista, te das cuenta que el camino es parte de la experiencia.

El paisaje de campo da paso a la montaña, y la montaña se convierte en selva: La Selva de Los Andes Patagónicos, renovado hábitat del Huemul, ciervo endémico nacional, del que quedan menos de 1.500 ejemplares y que la acción del hombre dejó en peligro de extinción. Pero iniciativas de conservación, como la de Fundación Huilo Huilo están cambiando ese panorama.

El trabajo comenzó en 2005, a través del Centro de Conservación del Huemul del Sur, con la llegada de un macho y una hembra desde la región de Aysén, iniciando la repoblación con la primera reproducción exitosa de la especie en un ambiente semicontrolado, proyecto único en su tipo, en una zona que tuvo presencia del huemul hasta fines de la década de 1980.

El objetivo de este sábado era reintroducir con éxito a cinco ciervos en la reserva, evento que congregó a la comunidad local, autoridades y representantes de la fundación. Con el apoyo de una unidad de Telecomunicaciones del Ejército, fue posible seguir en vivo los pormenores a través de una pantalla.

Los animales permanecían en una zona de cuarentena, a la espera de ser liberados. Un cerco los separaba del resto de la reserva y un equipo especializado se internó en el bosque para abrir el alambrado. Nada aseguraba que salieran de inmediato, ya que se trata de una técnica denominada Soft-Release, donde los ciervos avanzan a su voluntad, sin ser obligados, para evitar el estrés.

Buenas noticias llegaron desde la montaña. Los dos primeros huemules habían cruzado las vallas, dando pie al aplauso espontáneo de los presentes. Luego vino la música y la danza de los niños de las escuelas cercanas, la poesía y el canto mapuche. Felicidad y agradecimiento a la naturaleza, en una fiesta que la lluvia no pudo aguar.

¿Por qué tiene tanta importancia este hecho? Fernando Vidal, director del Departamento de Vida Silvestre de la fundación, tiene la respuesta.

“Es un hito, no sólo nacional, sino que a nivel mundial. Es la primera vez que se logra que los animales salgan en buena forma, voluntaria. Luego de salir del cierro, lejos de manifestar un temor a la libertad o situación de estrés, comenzaron rápidamente a comer en forma autovalente, a observar el nuevo ambiente en que van a vivir”, dijo.

Para el especialista, “en términos de conservación en Chile, es un antes y después”.

El director del Servicio Agrícola y Ganadero, Ángel Santori, valoró los resultados de esta iniciativa privada, respaldada por su sector. “Un esfuerzo de 10 años. Esto toma tiempo. Hay un concepto por la conservación de ciertas especies. Poco a poco la gente se está dando cuenta que es necesario tener cierto respeto por aspectos importantes de nuestro medio ambiente”, comentó.

Este trabajo se piensa extender a otras regiones del sur del país, señaló el subsecretario de Agricultura Claudio Ternicier, destacando el alcance global de este acontecimiento. “Es una contribución a la sobrevivencia del planeta”, dijo.

La Reserva Huilo Huilo ahora alberga a una veintena de huemules, y el trabajo de la fundación continúa, para que las futuras generaciones puedan conocer al ciervo en su hábitat natural y no tengan que resignarse a recordarlo como el compañero del cóndor en el escudo nacional.