El dentista acusado de torturar con electricidad a un exintendente de Valdivia durante la dictadura rompió el silencio y negó los hechos. En entrevista exclusiva con La Radio aseguró que sólo fue “la imaginación” del denunciante.

Se trata de Armando Robles Yansen, -cirujano dentista envuelto en un caso de torturas y violación a los derechos humanos en Valdivia-, a quien se le acusa de haber propinado maltratos a Sandor Arancibia, exautoridad regional. El abogado Roberto Ávila asegura que el profesional aplicó electricidad en los dientes del exintendente entre los años 1973 y 1974.

En diálogo con La Radio, Robles reiteró su inocencia en los cargos y afirmó que no torturó a nadie y que sólo se trata de la imaginación del denunciante. “Nunca he sido peleador y menos he golpeado a alguien”, se defiendió a 43 años de los presuntos apremios ilegítimos.

El dentista va más allá y aseguró que sólo una vez saludó a Sandor Arancibia, por lo que es imposible que hayan existido otros encuentros con la máxima autoridad de ese entonces en Valdivia.

Hace algunos días la Corte de Apelaciones de la capital de Los Ríos negó la solicitud de procesamiento de Armando Robles porque no estaban cumplidos los requisitos para acreditar el supuesto delito y su participación en los hechos. Ante esto el dentista dijo estar conforme, ya que a su parecer demuestra le eficiencia de la justicia chilena.

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Cabe indicar que por esta misma causa existe un procesado por torturas del exteniente de Ejército, Patricio Kellet Oyarzún, quien en este ámbito está con libertad bajo fianza, aunque preso por otro delito de la reforma procesal penal.