La empresa Essal propuso a sus trabajadores de plantas de producción de agua potable y tratamiento de aguas servidas un sistema de confinamiento voluntario, para la protección de su salud y asegurar el suministro para Osorno.

El gerente general de la compañía, José Sáez, afirmó que la medida responde a la estrategia definida por el Grupo Aguas Andinas para gestionar su labor ante la pandemia por coronavirus y con la experiencia previa de sus matrices en Europa.

Saez detalló que a contar del lunes dos trabajadores permanecerán en la planta de agua potable de Caipulli, mantendrán el suministro y al terminar su turno de siete días acudirán a sus domicilios, mientras que otra pareja se confinará en cabañas alejadas de la planta para mantener su aislamiento y sin contacto exterior y son quienes reemplazarán a sus compañeros salientes.

El gerente de la sanitaria afirmó que para mantener el proceso de vigilancia se contará con respaldo de profesionales y así garantizar que los operarios no sufran contagio por covid-19 y que en caso de darse algún caso, sean los menos.

Esta medida se suma a otras acciones implementadas por la empresa desde el inicio de la pandemia, entre ellas la sanitización permanente de las instalaciones y móviles de traslado, el refuerzo de los sistemas e infraestructura tecnológica y la disposición de los insumos necesarios para mantener la operatividad habitual, como pueden ser flúor o cloro, entre otros.