Siete años llevan esperando los vecinos de sectores rurales de La Unión, en la provincia de Ranco, para concretar un proyecto de agua potable. ¿La explicación? Excesiva demora en la coordinación de distintos servicios públicos.

Fue en 2012 cuando los habitantes de las localidades de Cunco, Mocun, Curaco, San Miguel y Yaquito se unieron con la idea de constituir un comité de agua potable rural para enfrentar la merma del recurso.

Sin embargo, la primera empresa que realizó el proyecto se declaró en quiebra y luego una consultora asumió la tarea, la que hasta ahora no tiene respuestas.

Ante la preocupación de los habitantes y la notoria escasez hídrica, los vecinos sostuvieron conversaciones con el senador Alfonso de Urresti (PS), quien, tras diversas reuniones con responsables del Ministerio de Obras Públicas, confirmó el financiamiento para el proyecto, pero mencionó que hay un tema de gestión pendiente.

El parlamentario detalló que las autoridades se han excusado explicando que “hay coordinaciones intersectoriales, pero creo que esa no es excusa para llegar a una solución”.

Asimismo, sostuvo que esperan que “la directora de Obras Hidráulicas ejerza su autonomía, su capacidad para efectos de poder coordinar cada uno de los servicios involucrados, como Vialidad, Ministerio de Desarrollo Social y otras entidades que requieran autorización para concretar este proyecto”.

Del mismo modo, de Urresti mencionó que espera “que dentro del 2020 se comience a solucionar porque insisto, el Ministerio de Obras Públicas no puede permitirse este tipo de demoras y este tipo de abandono de un sector tan importante de habitantes de La Unión”.

Los sectores que se unieron para contar con agua potable rural se ubican a 21 kilómetros hacia la costa de La Unión y esperan que desde el Ministerio de Obras Públicas pongan celeridad con un proyecto que responda a un suministro básico.