El Ministerio de Salud decidió rematar la cámara hiperbárica que costó 100 millones de pesos y que nunca funcionó en Quellón.

Sorprendidos y con impotencia reaccionaron en la comuna del extremo sur de Quellón, al enterarse que el Servicio de Salud Chiloé puso el equipamiento a disposición de la Dirección de Crédito Prendario para su remate.

La cámara llegó en junio del 2013, cuando Jaime Mañalich era ministro de Salud y el intendente de la época era Jaime Brahm.

En octubre de 2016, un especialista hiperbárico aseguró que el equipo no era apto para realizar tratamientos.

Las alarmas se encendieron debido a que el sumario que busca responsabilidades administrativas por la compra y no puesta en marcha del equipo, aún no arroja resultados.

Ana Vera, integrante de la mesa social por la salud, calificó la situación como insólita y se mostró preocupada respecto a que el ministerio se deshaga del equipo cuando todavía no hay resultados de la investigación.

El alcalde de Quellón, Cristian Ojeda, afirmó que el equipo nunca prestó utilidad y tildó el hecho como una mala historia.

La comunidad quellonina clama por conocer los resultados del sumario producto que contarán con una cámara hiperbárica definitiva cuando se termine el nuevo hospital local.

Desde el hospital de Quellón afirmaron que ningún paciente ha quedado sin atención, gracias a los protocolos y las derivaciones a la unidad de medicina hiperbárica dependiente del Hospital San Carlos de Ancud.