El intendente Harry Jürgensen se desligó de la decisión de traer los desechos industriales desde el archipiélago de Chiloé hasta Maullín, en la región de Los Lagos.

El jefe regional dijo que no tuvo injerencia en la determinación de traer los residuos a la provincia de Llanquihue.

Lo llamativo es que Jürgensen fue quien encabezó las reuniones con las autoridades centrales. En la ocasión se determinó que el vertedero industrial de Maullín reciba los desechos.

El intendente señaló que sólo reconocen como un error el no haber avisado primero a las autoridades de Maullín la decisión.

El senador Rabindranath Quinteros (PS) afirmó que es una mala idea traer los desechos a la provincia de Llanquihue, ya que las autoridades deberían solucionar el problema en el mismo archipiélago.

Por su parte, el Gobierno reconoció que su idea es ocupar el vertedero de Maullín por al menos tres meses, mientras buscan una solución en Chiloé. Esto luego de que cerraran todos los recintos por una serie de irregularidades.