Un grupo de fieles de la Parroquía San Pablo realizó una férrea defensa a un sacerdote investigado, mientras que el administrador apostólico de Puerto Montt pidió respeto y evitar la violencia.
El malestar de los adherentes al cura Darío Nicolás comenzó luego que el enviado del Papa, Ricardo Morales, presentara una denuncia ante la Fiscalía por apropiación indebida de dineros y tráfico de estupefacientes.
La situación más grave ocurrió en la celebración de la Inmaculada Concepción, en el campo Nazareth, luego que el administrador apostólico fuera agredido por los fieles que llegaron a manifestarse en favor del sacerdote investigado.
Mario Jiménez, vocero de la comunidad de la Parroquia San Pablo, manifestó que ellos apoyan a Darío Nicolás, pues confían en su persona.
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El administrador apostólico de Puerto Montt, Ricardo Morales, pidió respeto tras los hechos de violencia. Además dijo que es necesario esperar los resultados de las investigaciones.
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El otro cura que fue denunciado por Ricardo Morales es Tulio Soto. Los antecedentes fueron entregados al Ministerio Público de Puerto Montt.