Todos los días conocemos historias de maltrato a animales, tal como el caso que dimos a conocer este martes en Dalcahue, en la región de Los Lagos, donde una perrita terminó con la cabeza al interior de una botella.
Sin embargo, también hay casos que vale la pena destacar, como la historia de Luli y el hombre que la rescató de la calle.
Jorge Álvarez trabajaba para la empresa de recolección de basura Gestión Ambiente en Puerto Montt. Era mediados del año pasado y el invierno se hizo presente en la zona.
En conversación con BioBioChile, Álvarez relató que un día, al pasar con el camión recolector por la esquina de Casa San Jorge, se sumó una inusual compañera.
Casi siempre acompañada, la pequeña perrita comenzó a escoltar al trabajador, quien pasó a tener una conexión con la que ahora es su mascota.
Es más, dijo que se había hecho tan rutinaria su compañía, que incluso le adaptaron un pequeño chaleco reflectante para que no le pasara nada en el camino y así evitar un incidente.

Por cuadras Luli los acompañaba a pie, sin embargo, cuando se cansaba subía sola al camión, para poder descansar.
Una más de la familia
Así pasó cerca de un año y el “trabajo” de Luli finalizó, pero no volvió a la calle.
Jorge Álvarez dijo que la perrita se encariñó con él, por lo que decidió hacerse cargo de ella. En este sentido, el trabajador agradeció a Teresa Barría, madrina de Luli e integrante de la Agrupación Animalista Darwin Chiloé Rescate Animal, quien le ayudó con la adopción.
Ahora tiene su chip correspondiente, ropa nueva, un collar con el número de sus dueños y lo más importante, una casa cálida donde vivir.
Luli se convirtió en parte de la familia de Álvarez, quien también tiene dos fox terrier y una poodle, los que se adaptaron muy bien a la presencia de la nueva integrante.
“Éste es su hogar”, agregó Jorge.



