A casi un mes del derrumbe de parte del Puente Cancura, la alcaldesa de Puerto Octay, María Elena Ojeda, reconoció efectos negativos en el turismo local.

En primera instancia, eso sí, la autoridad comunal se mostró un poco más tranquila frente al tránsito que diariamente debían realizar los alumnos hasta la escuela en Cancura.

El viaje debe ser realizado por caminos interiores y dadas las condiciones climáticas de la zona y la fecha, generaba preocupación.

A lo anterior se suma que ya no se observa la misma cantidad de visitantes durante los fines de semana, ya que al encontrarse con el baipás, los automovilistas optan por no continuar por los desvíos, ya sea por falta de señalética y por desconocimiento de los caminos interiores.

Aún así, la alcaldesa aseguró tener la esperanza de que, a pesar de los plazos anunciados, el puente mecano se instale en el menor tiempo posible.

Aunque, sostuvo que entienden que se trata de una obra de gran magnitud y que requiere de cierta capacidad técnica para su ensamblaje.

Dado lo anterior, dijo, ha sostenido reuniones con empresarios y emprendedores ligados al turismo, de tal forma de aunar criterios y establecer planes de trabajo conjunto para potenciar la comuna.

Aun así, se han mostrado optimistas ya que aunque sea en menor cuantía por la fecha, se han observado a turistas pernoctando en la zona.

Respecto al mantenimiento de caminos, dijo que se cercioró que personal de Vialidad trabaje en la mantención de las vías alternativas, de tal forma que la ocurrencia de baches no sea impedimento para visitar la zona.